miércoles, febrero 28, 2007

L'Ultimo Bacio y "El Síndrome de Peter Pan"



Hoy volví a ver esta película italiana, que me encanta. Por qué me gusta tanto, no sé, porque como gran parte del cine francés e italiano, trata temas muy "cotidianos", pero de una forma artística que es propia de ellos. Además, sus paisajes son maravillosos y, bueno...la verdad es que el italiano es mi idioma preferido, lo encuentro apasionado y romántico, me encanta.

En fin, la película nos muestra los sentimientos de un grupo de treintones que se niegan a dejar "la eterna adolescencia". La primera vez que ví esta película, tenía 22 años y los treinta me parecían un horizonte muy lejano. Todavía estaba en la Universidad y más de la mitad de mis amigos aún no se planteaban el casarse o tener hijos. Pero ya desde entonces, yo tenía claro que yo sufría de "Síndrome de Peter Pan Agudo", ya que el titularme, buscar trabajo y formar familia, eran responsabilidades que trataba de postergar el mayor tiempo posible. Y hoy, casi 4 años después, veo que eso es lo que he hecho. Y ¿saben qué? Me encanta, aunque sé que es imposible ser la eterna adolescente y siempre he tenido claro que libertad implica responsabilidad, agradezco el esfuerzo de mis padres por darme la oportunidad de estudiar y yo siempre me he esforzado por responderles y he tenido mis peguitas donde he ganado mi platita.

Mi tema con las responsabilidades adultas no va tanto por lo de ser independiente económicamente ni con el miedo al compromiso. Supongo que se imaginan que después de casi ocho años de pololeo, sería enferma de hueona si me diera miedo el compromiso. Mi negación a ser 100% adulta se debe a que me niego a ver la vida con la seriedad adulta. Todavía me gusta ir a tomarme unos copetitos después de clases, de repente carretear un día de semana y pegarme un viaje sin remordimientos de pensar cómo pagaré las cuentas del fin de mes. Me gusta llegar a mi casa y que me regaloneen y todavía compro agendas de Hello Kitty y Winnie The Pooh. Me niego a ponerme un trajecito de dos piezas para ir a trabajar, aunque sí me visto formal y recatada para la pega y me siento rara o disfrazada con pantalones de vestir.

Talvez por eso me gusta esta película que muestra este grupo de amigos, algo mayores que yo, que se niegan a hacerse adultos y aceptar reponsabilidades. Aunque dan ganas de sacarles la chucha, cuando vez que uno no para de fumar pitos y tirar cada noche con una mina distinta; otro que está chato de su mujer y su hijo y no los pesca; el otro que se niega a hacerse cargo de la empresa familiar cuando su papá muere y el protagonista, que teniendo una polola preciosa, con la que vive en un depto muy piola y va a tener una hija, le baja una crisis hueona, de volver a ser pendex y se mete con una pendejita de colegio, estupenda, pero muy niñita. El "cable a tierra" del grupo es el que decidió tirarse a la piscina de la adultez de una: se casó con su polola y trata de aconsejar a sus inmaduros amiguitos.

No quiero contarles el final, pero pasa como la vida: algunos deciden prolongar su época irresponsable y otros se establecen. Y me gustó eso, porque creo que prolongar la adolescencia un ratito está bien. Sobre todo, cuando tienes 20 y tantos, porque ya superaste los complejos de la primera adolescencia, gozas de más libertad y recursos para pasarlo bien, eres más consciente y te cuidas más. Pero, lega un punto en que hay que chantarse y despegar haciala vida adulta. Pero yo me lo he tomado como un proceso y he ido quemando etapas de a poquito, para poder disfrutar un poco más la "adolescencia adulta", aunque siempre con límites y responsabilidad.

Los personajes de esta pelicula no siempre llegan a ese equilibrio. En general, casi todos trabajan y se mantienen, pero se niegan a comprometerse con algo y por eso planean un súper viaje por África. Algo motivante y atrayente, pero que a veces suena a huída. Y creo que huir, para evitar comprometerse con algo no es la solución.

A veces nos gustaría ser eternamente niños, no tener responsabilidades y hacer lo que queremos, no lo que tenemos que hacer. Pero, ¿saben qué? si hiciéramos eso, finalmente nos aburriríamos. Por eso, para variar, y apelo al eterno equilibrio. Talvez para ustedes esto parezca una obviedad, pero es que yo soy súper extremista y visceral. Y creo que se puede prolongar un poco la eterna adolescencia, en el sentido de no achacarnos múltiples responsabilidades antes de tiempo.

Pero, en el caso de los protagonistas de "El último beso", ellos estaban en una situación intermedia: dos eran padres y se negaban a la responsabilidad y el compromiso. Y yo ahí me enojo. Porque si eres padre, ya te adjudicaste varias responsabilidades de una. Responsabilidades ineludibles y que son para toda la vida. Entonces, asume. Si ya eres padre, ya es imposible no considerarse adulto. Porque ya tienes otra vida que depende de tí y tu libertad se ve, en cierto sentido, limitada. Aunque, me parece que es la más preciosa limitación que podamos poner a nuestra libertad.

Además, creo que ser adulto no significa dejar de pasarlo bien. Significa darse cuenta de que no todo en la vida es pasarlo bien. Cuando ya el deber no nos parece una imposición, porque entendemos que de esos deberes depende nuestra felicidad y la de quienes nos rodean. Los deberes pasan así a ser una opción. Decidimos ser responsables, comprometernos y cumplir. Yo me siento una adolescente aún, porque estoy en proceso de aceptar todo eso. Y mi nula intención por acelerar demasiado ese proceso es una prueba de que aún no maduro del todo.

8 comentarios:

Punto cono dijo...

"ser adulto no significa dejar de pasarlo bien"
Excelente frase.

Muchas veces siento que soy la misma niña de 16 años de hace 15 años atrás…y quizás es verdad!! Soy la misma en esencia.

La madurez, para mi, tiene que ver, con el hacerse responsable de tus actos y asumirlos, sea como sea. Es experiencia adquirida de muchas situaciones que uno aprende a resolver. A veces llega a temprana edad y otras veces algo mas tarde, quizás muy tarde, pero como todo en esta vida, es una elección personal de asumirla o no, donde el compromiso con uno mismo es lo importante.

Salu2

luchín dijo...

lo que yo prolongaria es la niñez, esa sencillez y ganas de descubrir no se deberia perder nunca. los niños no son irresponsables, son ingenuos, o simplemente SON. eso de no querer responsabilidades me suena mas a inmadurez que prolongacion de nada. con respecto a lo del cine italiano, concuerdo 100%, e veritá, e il cine piú bello dell´europa.

Kuky Haindl dijo...

Claro q prolongar la adolescencia es inmadurez. Además, el adolescente es muchisímo mas "inmaduro" que el niño, por muy absurdo que parezca. porque es más rebelde y eso lo hace ser más inconsciente. Los niños son puros y honestos, mientras el adolescente es egocéntrico y egoísta. Y en mi caso, es mi parte egoísta la que, de cierta forma, se niega a madurar del todo. Y, en el caso de los italianos de la película, a NO madurar para nada.

Bandolera dijo...

Reflexiones de una ermitaña...qué buen nombre!!! yo tengo alma de lobo estepario...
Me gustó tu comentario, veré la película, aunque para mí el francés es un mejor y más romántico idioma.
Soy cinéfila y me gusta cuando la gente comenta los filmes de acuerdo a sus experiencias, el cine es para vivirlo y hacerte sentir.
BUENA CAZA

Anónimo dijo...

hola kuki; pucha respecto a tu columna, yo igual llevo un rato prolongando mi adolescencia, y es que me parece que aun no es TAN necesario que me transforme en adulta, si tengo la posibilidad de alargar más este período, estirare el elástico hasta que se rompa.
saludos niña, cuidese!

Unknown dijo...

Encuentro la raja prolongar la adolescencia hasta los veintitamtos... lamentablemente hay algunos como yo que no pueden hacerlo simpolemente por plata... porque cuesta plata prologar la adolescencia, asi que para que mi vieja no tuviera que mantener a un pelotudo-aun-en-la-adolescencia, entre a la Universidad directamente despues del colegio y por la mimsma razon me tuve que poner a trabajar inmediatamente despues de salir de la U. Me hubiese encantado seguir en los mismos carretes Universitarios y los excesos de esa época (puta que lo pasé bien... uf), pero no se puede porque eso cuesta plata... tan simpl,e como eso... creo que me agarre responsabilidades de adulto muy luego (trabajando de ingeniero a los 22 es un poco duro), pero no me quejo... creo que ya quemé la etapa de la adolescencia y con eso... me quedo tranquilo.

buena columna... saludos.

Linda Carmona dijo...

Muy bueno lo escrito y concuerdo con bandolera... el ídoma más sensual y romántico para mí es el Francés... ufff.. (ajjajajaa, que penamientos Linda... jajajajja).
La adolecencia o juventud siempre estará en nosotros y sólo está en tí aflorarlo las veces que quieras.... aquello no te convierte en un inmaduro ni mucho menos... Simplemente como seres humanos tenemos matices y podemos ser desde unos niños (hablando como guagua y todo) hasta las personas más maduras y bastas que puedan conocer....

Saludos desde el Desierto... Joder jajajajajjajaja

Linda Carmona dijo...

Se entendió lo que quise decir??? jajjajajajajajjajaa

Resumen: Podemos ser niños, jóvenes y maduros... toda la vida.... sólo está en nosotros...

Saludos...