lunes, abril 21, 2014

Camino

Finalmente, logre ver la película española, supuestamente basada en la historia de una niña que  para  el opus dei es un ejemplo de vida, y a la que quieren beatificar, como un ejemplo. Una niña que murió, trágicamente y a muy corta edad, de un cancer. Tenia curiosidad por ver esta película, de la que había oído todo tipo de comentarios, tanto buenos como malos. 
Acerca de mi opinión sobre la película, me pasan tres cosas, muy distintas, por lo que desglosare mi análisis en tres partes

1. En primer lugar, y obviando los aspectos que desarrollaré en los puntos 2 y 3, diré que la película me gustó, la  encontré bien hecha, con una historia interesante, emocionante, que me conmovió hasta las lagrimas. Creo que el director captó muy bien el mundo y la mentalidad de los adolescentes. Por otro lado, y a pesar de lo  que diré en el punto dos, me pareció interesante su visión 'alternativa` acerca de la historia de Camino (no diré el nombre del personaje en la vida real, por respeto a su familia, que creo que ha sufrido bastante). Hablando desde una perspectiva cinematográfica o literaria, me parece interesante, aunque provocador, y desde la perspectiva de los más creyentes, escandaloso y falta de respeto, esto de mostrar un supuesto "lado b" en la historia de un santo...algo similar me provocó la película de Juana de Arco, dirigida por Luc Beson: Juana no era una santa con visiones, sino una  loca con alucinaciones. Acá ocurre algo parecido: Camino no sería una niña ejemplar, con vocación de numeraria, sino una adolescente muy alegre, muy dulce, pero enamorada y con ganas de vivir su adolescencia, como toda niña normal. 

2. Sin embargo, no puedo dejar de lado el hecho de que, detrás de la historia de Camino, hay una  familia. Que ya había sufrido la pérdida de una de sus hijas y que, a pesar de lo que une opine acerca de la religión, encontró en el opus dei un consuelo y un refugio. Si para ellos, su hija fue un ejemplo de vida cristiana y de vocación, entonces su opinión es la más válida. Por otro lado, me pareció mal que se hiciera una  película, basándose en su vida, sin contar con la autorización de la familia. Aquello podría haber pasado, si el director hubiese cambiado un poco la historia y los nombres, cosa que sí hizo, pero sin haber hecho ninguna alusión manifiesta a la historia de la verdadera Camino, cosa que hizo al añadir, al final de la  película, un mensaje donde expresa su homenaje a esa niña. Algo que, por razones obvias, molestó mucho a la familia. Más todavía, cuando uno de sus miembros, la madre, es representada como la mayor villana de la historia que se está narrando. Aquello debió traer mucho sufrimiento a esa familia y eso me apena. No creo que sea correcto jugar con el dolor de las personas. Por eso, independientemente de que la película está bien lograda, creo innecesario manosear así la imagen de un ser querido y las trágicas circunstancias en quee murió. De hecho, si la película hubiese sido una historia ficticia, me habría encantado. 

3. Tal vez, este punto sea el más polémico, y aquí me gane, nuevamente, una  visita llena de insultos, como me ocurrió hace unos años atrás, pero me da lo mismo. Es impresionante como el autor captó la esencia del mundo opus dei. Todo está demasiado bien caracterizado: las casas de la gente, los oratorios, los centros y clubes. El vestuario, el peinado, los gestos y la voz de algunos personajes, me hicieron recordar a mucha gente que conocí del Opus dei. Impresionante! Y aunque los partidarios de ese grupo se molesten, y tal vez con razón, creo que la película muestra muy bien cómo piensan y viven ellos. Una vida bastante piadosa, extremadamente exigente y llena de sacrificios. Muy conservadores, luchando contra todo lo que consideran inmoral. Desde mi mentalidad, agotador y retrógrado. Pero respeto que haya gente que le guste vivir su fe de esa manera. Igual, la película deja entrever una fuerte crítica hacia ese grupo religioso y se hace cargo de algunos rumores acerca de la magnitud de los sacrificios y mortificaciones que soportan los fieles, para no caer  en tentaciones. No tengo nada que decir al respecto, porque desconozco la realidad. Hace muchos años, viví con gente del Opus Dei y unos amigos me preguntaron, medio en broma, medio en serio, si era verdad que usaban silicio o se ponían piedras en los zapatos. No lo sé. Nunca vi nada  y es de mala educación intrusear en las piezas ajenas. 

Ésta es mi humilde opinión acerca de la película Camino. Ignoro si la realidad es tal como la pinta Fesser y el Opus Dei mal entendió a la niña o deliberadamente, manipularon su historia. Ni idea. Tampoco sé si el director es acá el villano que tergiversó una historia para atacar a un grupo religioso  ultraconservador.   A todos les doy el beneficio de la duda. Pero, por sobre todo, en esta historia, prefiero  quedarme con la versión de quienes más la querían y, se supone, más la conocían: su familia. Si para ellos Camino es una niña santa con vocación religiosa, que vivió su enfermedad con gran valentía, fe y entrega, no soy quien para desmitificársela.