martes, enero 12, 2016

Cosas raras

A veces, la vida no es tan simple...porque vivimos con más gente en este mundo y el ser humano es un animal muy complicado a veces. La mayoría es más bien simple, con alguna particularidad que los hace especiales y hace bonito conocer tanta gente diversa. Incluso, a veces, esas particularidades los hace raros o locos lindos. Adorables! Sería fome ser todos iguales. Peeerooo....hay un tipo de especímen que tiene otro tipo de rarezas, que no los hace adorables ni lindos. Son aquellos que sus particularidades terminan embarrándole la vida al resto. Con su egoísmo, su indecisión, sus inseguridades....enfermos no tratados, cuya enfermedad les hace creer que la Tierra gira en torno a ellos y el resto importa un carajo. Y al hablar de enfermos, me refiero a gente con algún trastorno emocional no tratado, o al menos es lo que yo, sin ser psiquiatra, me imagino al conocer ese tipo de gente. No saben lo que quieren, pero creen anhelar algo con la vida. Y cuando lo tienen, lo desechan como un zapato viejo. Y peovocan situaciones desagradables, que pasen cosas raras o peor, que le caguen la vida al que está al lado. 
No entiendo a esa gente. En serio, no puedo, y por eso intuyo que no están bien, no hay otra explicación para mi. Por qué, si alguien quiere algo y se la juega por un proyecto de vida, cuando éste se concreta, se llena de angustias e inseguridades? Es similar a preguntarse, porqué se deprime la gente que lo tiene todo? Pero, bueno, si eso sólo los afectara a ellos, sería su problema yo sólo me quedaría con esta duda. Sin enojarme. Sin embargo  estas rarezas de un momento a otro suelen afectar a su entorno más cercano. Y a veces, afectan a una persona en concreto. Por ejemplo, cuando ese proyecto abortado involucraba a otra persona, que también se la jugó, talvez más que el otro, que también se ilusionó y soñó con ello. Cómo queda esa persona?se  siente desechada como zapato viejo también? A veces...normalmente, ellos tratan de salvar su situación, ser comprensivos y creen que esto es sólo un mal momento, una fase y ya pasará. A veces, incluso piden ayuda. En resumen, se la siguen jugando, sin darse cuenta que el otro está cayendo en un foso e intentando arrastrarlos. Hasta que pasa algo  que hace que la situación explote. Y aunque en su monento el otro sufra, más tarde, mucho más tarde, porque superar esta pesadilla no es fácil, se sentirá liberado. Y esa rabia que sentía, se transformará en sólo lástima y compasión. 
Estas cosas raras que pasan no las he visto una vez. Han sido miles. Afortunadamente, no me ha pasado, porque tengo un radar con la gente así y salgo arrancando. Pero en mi entorno, esto se repite una y otra vez. Estos seres aparecen  y yo no logro enganchar con ellos desde el principio y no entiendo por qué al principio. Tal vez, soy intuitiva o les saco la foto instantáneamente. Es que la vida ya es lo suficientemente complicada como para enredarla más. Para mi, las cosas son o no son. Todo o nada. Como buena escorpiona, soy un poco extremista. Entonces, la gente que se inseguriza, que no sabe lo que quiere y le caga la vida al que está al lado, me empelota!si no sabes lo que quieres, conmigo no cuentes. Yo no espero a nadie. Estoy demasiado ocupada viviendo como para tener paciencia con indecisiones vitales. No entiendo que alguien no sepa si quiere o no a otra persona, que no sepa si el trabajo que tiene le gusta o no, que no sepa si es feliz o no lo es. Ser feliz es una actitud, no un cúmulo de cosas buenas que te pasan (eso es suerte o recompensa por tu esfuerzo). Así, que para mi, el que no sabe lo que siente, no puede estar feliz. Problema de él! Pero que no amargue al resto!

martes, enero 05, 2016

Realidades paralelas

Hay gente que le embarra la vida al resto sin darse cuenta. Y no hablo del típico matón o el clásico egoísta que cree que el mundo gira alrededor suyo. No, hablo de gente súper bien intencionada, generosa y servicial, pero que vive de forma tan desordenada que, sin darse cuenta, termina perjudicando a todo su entorno. Suele ser gente que, ante un problema de un ser querido, es el primero en correr y ayudar. Pero, cuando los problemas son los suyos, se bloquea y derrumba. Gente que cree que puede ser héroe, pero es incapaz de salvarse a sí misma. 
Y cuando tú eres la perjudicada por sus desórdenes e irreponsabilidades, no sabes cómo reaccionar. Esa persona te ha ayudado mucho. Muchas veces. Y le tienes cariño. Eso hace más difícil no dejarse llevar por la rabia. Y te obliga a contenerte, cosa que te carga, porque de sobra ya sabes que el reprimir tus emociones a la larga te enferma. Tal vez, no sea tan importante lo que has perdido. No, la verdad, no es tan importante. Pero es algo que ansiabas y de alguna forma, necesitabas. Y te da rabia perderlo. Te sientes como un niño al que prometieron un regalo, pero al final no pudieron dárselo . Y da rabia, porque te habías ilusionado con ese regalo. 
Dejando de lado mi rabia, y el hecho de haber sido yo la perjudicada, me preocupa esa persona. Alguien con una pena tan grande, que no ha sido capaz de superar. Pero me da la impresión de que no quisiera superarla. Porque la usa como excusa cuando actúa de forma desordenada e irresponsable. La usa como excusa para decidir vivir una realidad paralela  y no tomar conciencia del mundo en que vive. Y así como pasa mucho tiempo ayudando a los demás, intentando salvar el mundo, cuando se manda una de sus embarradas intenta ocultarlas. Hasta que simplemente, ese sol no se puede tapar ni con las dos manos. Y ahí, no pide ayuda, sino un verdadero rescate. Es ahí cuando olvida su natural empatía, ya que el resto debe dejar todo de lado para auxiliarla. Y eso da rabia. Porque uno no tiene problemas en dar una mano, el problema es cuando los rescates comienzan a ser demasiado frecuentes y demandantes. Cuando empiezas a sentir que estás sacrificando tu vida y tu tranquilidad por sus desórdenes. 
Y te dan ganas de gritarle que atine, de enumerarle todos los sacrificios que has hecho por salvarla. Pero entonces recuerdas cuánto te ha ayudado. Pero, sabes qué? No es lo mismo. Sí, te ha ayudado mucho, pero sabes que no perdía absolutamente nada ayudándote. En cambio, tú si estás sacrificando algo importante al tener que rescatarla de sus desórdenes. El cariño te impide mandarla a la mierda y no es la idea. Lo que te interesa es que atine, que de una vez por todas aterrice y ordene su vida. Y lo más importante, que dé vuelta la página y no siga usando su pena como excusa para estancarse y perderse en realidades paralelas.