jueves, mayo 28, 2009

Sorpresas Agradables

El jueves pasado recibí una grata sorpresa. Un email de una amiga, profesora de historia medieval en una importante universidad, invitándome a su clase, para hablarles a sus alumnos de mi tesis de magíster. Yo fui, encantada, además de que en dos oportunidades que se habían organizado allí encuentros de historia medieval, yo no había podido ir, por distintos problemas. Y ayer fui a su clase. Y quedé gratamente impresionada con sus alumnos: además de amorosos y respetuosos, muy preparados. Por el nivel de sus preguntas, las discusiones y debates que plantearon y las nuevas perspectivas que encontraron para abordar el tema. Además que varios de ellos están enfrascados en un maravilloso proyecto en el que yo les presté mi humilde colaboración, porque me cautivó.
Que un grupo de estudiantes, de diferentes universidades, estén creando las instancias para publicar y fomentar nuevas investigaciones, además de difundir fuentes y recursos para el estudio de la Historia Antigua y Medieval, me fascinó. Me encanta ver cómo gente joven se motiva y apasiona tanto con lo que hace. A mí, como profesora, eso me motiva mucho. Y como antigua estudiante, (y no tan antigua, por ese afán mío de querer ser la eterna estudiante), me dieron ganas de haber sido de la generación de ellos. Es que la mía fue de una apatía inmensa. Salvo honrosísimas y espectaculares excepciones. Y no hablo sólo por mi uni, ya que conocí gente de varias universidades. Muy de "ramo pasado, ramo olvidado" (una herejía para un estudiante de historia), muy de quedarse con lo mínimo, ya que su meta era ser profe de colegio (lo que para mí no es excusa, los colegios y sus alumnos agradecen los cobnocimientos de sus profesores).
Por eso yo, una amante perdida de la Historia, cuando supe que estos "niños" (aunque son unos seis años menor que yo, los veo como niños), estaban pidiendo artículos para publicar en su revista, decidí mandarles algo. Y lo seleccionaron entre los trabajos que publicaron. Algo que me produjo una alegría inmensa. Y ayer, el conocerlos personalmente y felicitarles por su precioso trabajo, y el que me dieran las gracias por mi colaboración, fue muy gratificante.
Si les interesa saber más acerca del gran proyecto de estos alumnos, visiten www.orbisterrarum.cl

miércoles, mayo 20, 2009

Descongelando recuerdos

Uno a veces es un poco egocéntrico y egoísta. Te alejas, ya sea por motivos geográficos, de convivencia o lo que sea, de gente con quien compartiste momentos importantes de tu vida. Y sigues adelante, y te pasan mil cosas, tu vida gira en 180 grados. Pero, ingenua o egocéntricamente, crees que aquello que dejaste atrás quedó como congelado en el tiempo. Te parece tan raro ver que amigas de la uni a quienes dejaste de ver hace años, sin pololo, estén ahora, cinco años después, casadas y con tres guaguas, cuando tú, aún las imaginas como las "solteras del grupo", que te hacían reír con sus aventuras románticas fallidas. O la compañerita de cole que era floja, que no ves hace más de ocho años, y ahora te la encuentras convertida en una ejecutiva top, cuando tú te habías quedado con la imagen de ella como la eterna hija de papi.
Son ejemplos extremos y ficticios de lo que ocurre cuando dejas de ver a alguien por un tiempo y luego de enteras de algo de ellos que te desconcierta. Hoy supe que una chica, vecina mía en mis tiempos pamplonicas, se tituló de enfermera. Me alegré mucho por ella, pero me dí cuenta de lo errado que estaba mi recuerdo sobre ella: yo le echaba veinte años y la hacía en segundo año. Y claro, hace dos años era así. Es raro como cuando dejas de frecuentar a alguien, es como si el tiempo se detuviera para esa persona. Hasta que la vuelves a ver o a saber algo de ella y te das cuenta de que no. Y de lo idiota que eres: obvio que si el tiempo, para uno, no pasa en vano, tampoco para el resto. Talvez, esto les parezca muy incoherente, pero a mí me pasa: si te alejas de una persona o situación, su recuerdo queda "congelado" en ese último momento.
Distinto y más desconcertante fue lo que sentí cuando supe que mis dos grandes amigas, aquellas que me acogieron en Pamplona, ya no viven juntas. Y al parecer, no se separaron en buenos términos. Y me dio mucha pena. Y quedé muy impresionada con la forma en que ocurrieron las cosas. Más todavía, cuando me enteré que una de ellas, la que decidió irse, se fue a uno de los pisos donde yo viví, de donde salí destrozada y desilusionada. Y ella, que conoce mi historia, que fue uno de los hombros sobre el cual lloré en mis momentos de angustia, se fue donde ellas. Fue como revivir el mal rato nuevamente. A pesar de que está superado. No pude comprenderla en un primer momento. Después si.
Comprendí que ella, que tanto sufría en una ciudad extraña, con gente tan distinta a ella, se sentía sola. Una soledad que nuestra kuadrilla consiguió aminorar. Pero luego, la kuadrilla se desintegró, a pesar de que cada cierto tiempo nos mandamos emails y mensajitos por facebook. Y de la kuadrilla, sólo quedaron ella, su compañera de piso y otra chica. Esta última también volvió a su país. Quedaron las dos, ambas mujeres muy valiosas, pero diferentes como el día y la noche. Supongo que en algún momento, a ella esta diferencia comenzó a pesarle y volvió a sentirse sola. E idealizó esa "vida familiar" que se vive en los pisos tutelares. En cierta forma, creo que tal vez su vida en uno de sus pisos es lo mejor para ella ahora. Ya que ella fue criada en un ambiente acorde a los principios que se fomentan en esos pisos, a diferencia de mi otra amiga.
Pero yo lo supe meses después, cuando le pregunté a una por la otra, sin saber. En esos meses, nos habíamos escrito tonterías, nos felicitamos por cumpleaños y nos preguntamos por cuestiones amorosas, laborales, familiares o académicas. Yo daba por sentado que seguían viviendo juntas. Volví a "congelar" una imagen. Y por casualidad, preguntando, casi rutinariamente, a una de ellas por la otra, me sale con que ya no viven juntas. Y me quedé plop. Y me dio un poquito de nostalgia. Pero bueno, la vida es así. Y es bueno cada cierto tiempo actualizar y "descongelar" esas imágenes. A mí lo que realmente me importa es que las dos estén bien. Y lo están.

lunes, mayo 18, 2009

Un tributo a Benedetti


Un pequeño tributo al gran Benedetti, recordando uno de sus poemas más lindos: Táctica y Estrategia


Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos

Mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible

Mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos

Mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos

Mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple
mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites
Conocí a Benedetti a los 17 años. A esa edad leí "La tregua". Y me cautivó su forma de escribir. A través de ese libro llegué a su poesía. Yo, en esa época, me las daba de poeta, por lo que leía mucha poesía. Hoy, soy más amiga de la prosa. Pero la obra de Benedetti me fascinó. Su forma de expresarse es tan simple y a la vez tan profunda. Usando un lenguaje sencillo, sin caer en excesivos adornos ni palabras rebuscadas, dice lo que siente.
Hoy alguien dijo, muy acertadamente, que la muerte del poeta no es realmente una pérdida. Porque dejó un gran legado: su poesía. Y ésta, ya está escrita. Y se queda con nosotros para siempre.
Descansa en paz Mario, uruguayo genial.

Tejado de vidrio

Definitivamente, hay gente que no tiene vida. Y parece estar obsesionada por lo que hace el resto. En general, yo no hago mucho caso, pero a veces me siento sobrepasada. Sobre todo, cuando le dan excesiva importancia a situaciones que pasaron hace más de cinco años. En el minuto, está bien tocar el tema, pero "ya pasó la vieja". Por eso, estoy extrañada con lo que me pasó el otro día: se me preguntó, por enésima vez, si cierta persona se había arrepentido de hacer algo que al resto le pareció mal (¡hace más de cinco años!) y cuando les dije que para qué le daban más vueltas si ya fue (con esas palabras lo dije, y en un tono muy relajado), me contestaron que sólo estaban preguntando y no había porqué ponerse "desagradable".
Es curioso que ellos hablen de ser desagradable, porque ellos se creen con el derecho de opinar sobre la vida de los demás y de criticar todo, cayendo pésimo a veces, y no son capaces de aguantar una pequeña crítica. Lo único que puedo pensar es que si son tan cuáticos es porque tienen tejado de vidrio. Como se han dedicado toda la vida a descuerar a todo aquel que piensa y actúa distinto a ellos, y yo les estropeé la oportunidad de hacerlo por milésima vez, fui "desagradable". Claro, soy insoportable por defender a alguien que quiero y comprendo sus actitudes. Si yo no comulgo con su cuática forma de ver la vida, eso no me hace desagradable.
Me tiene chata la intolerancia, el no saber escuchar y el no querer oír lo que no les gusta. A cambio, uno debe tragarse todas las estupideces que dicen y sonreír falsamente con sus supuestas "genialidades". Si uno les trata de parar el carro, es "desagradable". Lo encuentro simplemente insólito. Quedé absolutamente desconcertada. Además, lo dije muy diplomáticamente. Si les hubiese dicho lo que realmente estaba pensando, ahí no habría sido sólamente "desagradable": además habría sido loca, amargada y conflictiva. Seguro.
Yo sé que tengo un carácter explosivo y si me buscan, me encuentran. Lo curioso es que ahora no me sulfuré, sino que intenté ponerle fin a una conversación inútil. Y eso les pareció mal. Simplemente insólito. Es que trato de recordar si mi tono fue insolente, si puse mala cara y no, no lo hice. De hecho, después le pregunté a alguien que presenció la escena y tampoco vio nada raro en mi actitud. Si yo soy así. Es lo que hay. Si les parece desagradable que no quiera pelar, pues que piensen lo que quieran. El problema lo tienen ellos. Que están heridos con la actitud de esa persona, alguien que decidió ignorarlos porque se aburrió de ser constantemente cuestionada y criticada. Y eso no lo soportan. Porque no lo entienden. Porque no lo quieren entender. Porque su capacidad de introspección y autocrítica es nula. Sólo ven a un ser indiferente que se niega a compartir con ellos. Y olvidan las humillaciones y malos ratos que le hicieron pasar.
Pero como para ellos "la familia es lo más importante", no entienden que alguien que se siente incómodo con su familia, sea tan masoquista como para tragarse más críticas y compartir con ellos. ¿Pensaron ellos en la unidad familiar, en la amistad con los parientes cuando descueraban a su propia sangre? No, no lo hicieron. Porque si de verdad lo hubiesen pensado, no habrían actuado así. La lata es que ellos no se dan cuenta de cómo fueron. Porque ellos son así con todo el mundo. Cuando yo entendí eso, dejé de pelear con ellos. Y por eso mismo, mi respuesta fue diplomática. Pero hay gente que no está dispuesta a soportarlos nomás. Sobre todo que ellos se ensañaron con esa persona.
A veces creo que son así porque su constante preocupación por la vida de los demás, su excesiva intensidad a la hora de reaccionar y la crítica eterna, esconden una profunda amargura por cosas que no han logrado conseguir en su vida. Y la forma de evadir sus propios problemas es resaltando los defectos de los demás: la paja en el ojo ajeno. ¡Qué rabia! Y yo, por defender a alguien, paso por desagradable. Me da lo mismo. Mi conciencia está tranquila. A ver si mi serena parada de carros les enseña a dar vuelta la hoja o al menos a buscar temas más actuales con qué pelar a la gente.

jueves, mayo 14, 2009

Doctor House

Una verdadera adicción es para mí esta serie. La primera vez que la ví fue mientras vivía en España, y desde el principio me enganchó. La daban en la Cuatro, los días martes, doblada. Primero el capítulo de estreno y luego tres capítulos de temporadas anteriores. Ahí comenzaron mis desvelos por Gregory House. Mi mamá la veía desde antes y ya me la había recomendado, pero nunca pude verla hasta principios del 2007.
No sé nada de Medicina y por lo tanto, no sé si lo que muestran son chamullos, exageraciones o si en realidad existen enfermedades tan raras o complicaciones tan insólitas. Lo cierto es que tienen una forma de presentar los casos, la investigación y los tratamientos que implican, muy entretenida. Y lo mejor, claro está, es la retorcida personalidad de su protagonista.
Brillante, loco, amargado, drogadicto, enfermo, neurótico, insensible, desconfiado y ateo. Así es House. Hay muchas explicaciones acerca de su extraña forma de ser: su enfermedad, su relación con su padre, su divorcio...de hecho, yo soy una de las reacias a que House se empareje: no me gustó nada cuando salió con Cameron o cuando estuvo a punto de volver con su ex. Le quitan la "esencia" al personaje. Distinto es su eterno coqueteo con su jefa...que en un capítulo de esta quinta temporada se concretó en un beso...que después quedó en nada.
En un mundo donde las diplomacias y lo "políticamente correcto" está a la orden del día, aparece este personaje, que por el hecho de ser una eminencia en diagnóstico médico, se cree con el derecho de hacer lo que quiera y tratar a la gente como se le da la gana. Gozo con sus sarcasmos y su crueldad para tratar a la gente...por suerte no es real. Yo creo que a nadie le gustaría ser tratado así por su doctor. Pero como es ficción, no hay problemas.

martes, mayo 12, 2009

Frases

Un listado de frases, de pensadores, filósofos y canciones que me identifican:

- "Only fly for freedom" (Walk On, U2)
- "Voy caminando por la vida, sin pausas pero sin prisas" (Caminando por la vida, Melendi)
- "Lo que no te mata te fortalece" (Friedrich Nietzche)
- "No busques la verdad afuera, porque está dentro de tí" (San Agustín)
- " La vida es sueño, el despertar es lo que nos mata" (Virginia Wolf)
- "Follow your dreams, always"
- "Soy yo, más fuerte de lo que pensaba" (Aleks Syntek)