miércoles, enero 19, 2011

Justicia

Hoy en Chile, todos nos despertamos con el fallo del juicio contra Pilar Pérez y su sicario. Fueron declarados culpable y ahora se espera la sentencia, que espero, sea cadena perpetua y no 20 años. Es una gran satisfacción saber que se está haciendo justicia, en un caso tan horroroso como ése. Ojalá todas las Pilar Pérez que andan sueltas por ahí asesinando en serie, sufrieran su misma suerte. ¿Qué es eso de andar mandando matar gente, cuando ésta nos hiere o se interpone en nuestros planes? Eso es de mafiosos, de gente de baja estofa, de criminales. Y para los criminales, todo el rigor de la justicia.
Lo que le pasó a Diego, al que conocí de niña, ya que éramos vecinos, fue una tragedia. Pero, como sus padres lucharon porque se hiciera justicia, esta asesina y su títere fueron desenmascarados y así se supo que llevaba mucho más tiempo llevando a cabo su malvado plan. En ese sentido, lo que le pasó a Diego, espantoso como fue, sirvió para poner fin a una de las mentes más diabólicas que ha vivido en este país. Una mujer sin escrúpulos, cruel, ambiciosa y cínica, además de cobarde, ya que intentó suicidarse cuando la apresaron. En una palabra: escoria.
Por eso, estoy feliz de que la justicia chilena por fin halla fallado en su contra y espero que se ejecute todo el rigor de la ley contra ella. Y si aún hubiese pena de muerte, yo la ejecutaría (sí, soy un poco nazi, pero es lo que hay). Porque una persona como ella atenta contra la seguridad de la sociedad. Es un miembro gangrenado, y como tal, hay que amputarlo. Igual que otras escorias como Andaur o el Tila. Otros casos que, en su momento, me sulfuraron y me hicieron olvidar que soy cristiana y que mi religión me motiva a perdonar. Simplemente, no puedo perdonar a un asesino o a un violador.
Y hay que tomar en cuenta otra cosa: acá se hizo justicia, porque los padres de Diego son gente con recursos, conocida y que pelearon hasta conseguir justicia. Pero...¿cuántos casos similares hay en que ni nos enteramos y el crimen queda impune, porque los padres no tienen los medios para lograr que se haga justicia? O, a veces, quien cometió el crimen es demasiado "poderoso" y nadie se atreve a castigarlo.