miércoles, diciembre 15, 2010

Time to say goodbye

En medio de un balance de fin de año espectacular en lo laboral, buenísimo en mi vida amorosa y llena de mil proyectos a concretar, se me vino encima una despedida violenta, repentina y muy, muy dolorosa. Una persona muy querida, al parecer, se fue para siempre de mi vida. Porque se siente tremendamente dolida y tiene razón. Pero no fui yo quien la dañó, sino mi entorno. Y como relacionarse conmigo significa tener contacto con mi entorno, decidió despedirse de mí, junto a todos aquellos que le dañaron. Y me da pena, una pena tremenda, porque perder la compañía, los consejos y el cariño de esa persona es algo terrible para mí. Y me da rabia, porque no sé porqué debo pagar las culpas ajenas. Pero lo acepto. Porque quiero tanto a esa persona, que creo que si alejarse y mandar a todo el mundo a la mierda es lo mejor que puede hacer por su vida, para ser feliz y ya no sentirse dañada, (¡que por Dios que la han basureado!), respeto su decisión. Si es lo que ella considera que debe hacer para ser feliz, pues que lo haga. Yo no sé si ella se esperaba que le rogase llorando y de rodillas que se quedara. En mi corazón, ésa era mi reacción. Pero no lo hice, porque añadirle un sufrimiento o una preocupación más no era mi idea.
Me da rabia que diga que nunca nadie la ha querido como ella ha querido y que no le importa a nadie. Porque yo la adoro, la respeto y significa mucho para mí. Además, siempre ha sido un tremendo apoyo en mi vida, en tantos sentidos, que no existen suficientes líneas para describirlo. Una de esas luces que brillan en medio de la oscuridad, cuando todo parece perdido, cuando todo parece irse a la mierda. Y me da mucha pena que piense que todo ese amor y esa ayuda que siempre me ha demostrado quede en saco roto. Yo jamás la traicionaría, siempre la defendería, siempre la ayudaría. Me importa y mucho. La quiero muchísimo. Pero mi amor al parecer no es suficiente. Porque es tanto el daño que ha sufrido por culpa de gente que me rodea, que siente que nadie la quiere. Talvez la cagué en no ser más demostrativa, más agradecida, más jugada en defenderla. Talvez, en vez de mantener siempre una actitud neutral, hubiese querido que tomara partido por sus causas. No lo sé. Y creo que ya no importa.
Renunciar es siempre difícil. Hace un año atrás, explicaba cómo decidí voluntariamente renunciar a una amistad que me hacía mal. Un alejamiento emocional que aún no reprocho, una amistad que no extraño, cuyo fin me ha aportado tremendo bienestar. Pero ahora se da una situación inversa. Es otra persona la que renuncia a mi amistad. Y como yo hace un año, decidí alejarme emocionalmente de alguien que me hacía daño, creo que debo ser comprensiva y entender que alguien quiera hacer lo mismo conmigo. Aunque me duela. Aunque aún no lo entienda. Esta vez, eso sí fue mucho más violento y repentino. Yo cuando me alejé lo hice de forma progresiva, porque fue para mí todo un proceso aceptar que era lo mejor para mí. Y de hecho, al parecer, esa persona aún no se da por enterada, porque ya estaba tan minada nuestra relación de amistad, que mi alejamiento emocional parece la consecuencia lógica de nuestro mutuo alejamiento físico. Pero ahora es diferente. Me han dicho a la cara que no quieren verme más, que no quieren saber nada de mí. Y es duro cuando viene de alguien que ha sido tan importante en mi vida.
Creo que aún no lo digiero bien. Es casi como vivir un duelo, guardando las proporciones. Todavía no me lo creo y aún reviso mi email buscando un correo que nunca llega, un mensaje de texto, una llamada o una visita inesperada. Aunque le dije que le apoyaba 100% en su decisión, que le deseaba lo mejor y que mi casa siempre estará abierta para ella, me temo que esperaré en vano. No puedo seguir escribiendo, porque me duele mucho y aún no puedo entenderlo del todo. Mi mente lo comprende perfectamente y acepta sus razones. Pero, mi corazón siente pena por la pérdida y rabia porque me ha puesto en el mismo saco que quienes le hicieron daño, sólo por pertenecer a la misma familia.

6 comentarios:

Flo dijo...

Pucha...qué lamentable lo que te pasó, toda la razón que estés triste. A veces hay personas que generalizan y pagan todos por las culpas de algunos.
Lo único que me quedó dando vueltas es tu propia frase "quizás debería haber sido más demostrativa...". A lo mejor esa persona hubiera pensado dos veces antes de decirte adiós si le hubieras demostrado un poco más claramente cuánto la quieres y cuán importante es para ti. Quizás es eso lo que necesitaba oir entre tantas personas que se le oponían. De verdad espero que algún día puedas decirle todas estas cosas, porque se nota que es alguien importante para ti!
Cariños.

P.S.: ¡Sales muy linda en la revista junto a tus colegas!

Kuky Haindl dijo...

Flo:
Muchas gracias por la buena vibra de tu comentario. Yo tambien espero que algun dia me escuche o me lea.
Gracias por el piropo! veo que te llega la revista! es muy entretenida, realmente los de la uni se pasaron al hacer esa revista, es una joyita. A veces colaboro en ella.

alos30 dijo...

No sé de que sé trata, pero leyendo tus palabras, suena bien lamentable la situación. Quizás en futuro cercano o lejano esa persona te vuelve a buscar, uno nunca sabe, ahora, de repente puedes sacar lecciones importantes, como el tema de la postura "neutral", a veces es cómo para una, pero también a veces hay momentos en en tomar posturas, aunque eso le moleste a otros... Hay veces en que uno debe jugársela por las personas.

Saludos!

Kuky Haindl dijo...

Es que en este caso, no había cómo jugársela. Cuando hay atados entre gente cercana, en los que uno no tiene pito qué tocar, es mejor mantenerse al margen. Yo eso sí, la apoyé, la defendí frente a otras personas (ella no tiene idea), pero no tenía para qué hacerle la cruz a la gente con que ella se peleó, no peleo batallas ajenas, me basta con las propias.

Alejandra dijo...

El proceso de ser Suiza normalmente te deja mal parada en un principio.

Pero también es importante que te lo respeten. Lo importante es quedar tranquila con las decisiones tomadas y sentir que lo dejaste todo en la cancha, a lo futbolista.

Joe dijo...

Me ha pasado también. Pero nunca he optado por la neutralidad. Si he estado siempre junto a alguien, apoyándolo y estando ahí para él/ella, suelo comentarle cuanto me molesta ser dejado de lado. Le digo claramente que entiendo la postura, pero que no me agrada en lo absoluto. Soy muy duro de hacer amigos, y cuando los tengo forman parte de mi (como lo eres tú también). El que me digan que me van a hacer a un lado significa que todo lo que yo he entregado no significa nada para la otra persona y que me ha estado engañando, pues no puede ser que haya existido amistad basada en incomodidades. A esas personas las elimino de mi existencia, y el dolor de la perdida se pierde entre la molestia que me provoca el hecho de que no se haya fijado en cuanto le he dado.

Soy consciente de que todos vemos la vida distinta y me entristece tu malestar. Solo espero que la pena desaparezca y te des cuenta que pese a que no te lo dieron a entender, no fue culpa tuya el resultado de los sucesos y que no eres parte del grupo "problema".

Un abrazo! =)