viernes, noviembre 27, 2009

Be yourself..noone else can do it! The black sheep

No sé porqué hoy, mientras bailaba (lo que pasa es que hace casi un año ya, con interrupciones, cuido mi figura yendo al Ti5 y a pesar de coordinación nula, descubrí que no sólo ayuda a mantenerme bien, sino además, menso tensa y más contenta...el tema de las endorfinas y cansarse "botando stress"), me puse a pensar que, cuando no pesco si alguien mira o no cómo bailo, siento que lo hago mejor. Es que cuando deja de importarte lo que piensa el resto, te relajas, lo haces mejor y, en el caso de que sigas haciendo el ridículo, lo pasas mejor por lo menos. Ahí caí, con esa metafóra del baile, en una realidad que hace muchos años me daba vueltas: la verdadera razón por la cual nunca me esforcé en integrarme del todo en el ambiente de mi colegio ni me he preocupado por mantener muchos vínculos, a pesar de que haya mucha gente valiosa que nunca me preocupé de conocer (y ellos tampoco a mí, hay que decirlo).
Ya sé porqué para mí todos los eventos masivos de ex compañeros son un tema ("me da lata", "voy o no? tengo otro carrete más chori"...). Felizmente, muchas veces no he debido plantearme esa disyuntiva, porque no he estado en Santiago cuando se han juntado o he tenido cosas mucho más importantes (realmente qué hacer). No sabía qué era lo que siempre me hacía sentir fuera de lugar en esos carretes...la misma sensación que tuve durante 14 años de colegio, más fuerte cada año, cuando me sentía como enjaulada y el acabar el colegio fue sentir una liberación tremenda.
Del mismo modo, en mi año en España también sentí una sensación parecida, no igual. En ese entonces lo capté y fue porque allá la gente va más de frente y menos pendiente de lo que hace el resto. Aunque, allá también existe el pelambre...creo que es un mal universal del que yo tampoco estoy libre para tirar la primera piedra. Pero la gente allá juzga menos y es menos "uniforme", menos "oveja", hay más libertad para actuar como se te antoja y menos prejuicios acerca de lo que el resto puede opinar. amí me habían criado un poco así y por eso en Chile, a pesar de mi carácter tímido y "ermitaño", mucha gente encuentra que soy muy segura de mí misma y tengo mucha personalidad...yo no encuentro! lo que pasa es que yo actúo impulsada por el corazón y la cabeza, no por encuestas...
En fin, mientras bailaba comprendí que la razón de mi incomodidad con el ambiente pelolais de mi cole es que desde muy chica, se me juzgó mucho. El ser bajita, usar anteojos (con parche, para más horrores, como "Brunito" de los '80, personaje que aunque nerd, se ganó mi total ternura), ser malgenio, potoncita, el gustarme la historia y ser mala en matemáticas, el leer libros en inglés desde quinto básico en la hora de estudio (me los regalaban y me encanta leer...nunca me planteé que fuera raro, vi a mi abuelo y mi papá leer cotidianamente en inglés), amar los mitos griegos (cómo no hacerlo, me parecen grandiosos y mi abuelita me los contaba como cuento). Y en la adolescencia, los motivos para ser juzgada no faltaban. "Que no le gusta ir a los interescolares!", "no fue a la fiesta porque le dio lata!", "dice que no le gusta nadie, que rara!" (siempre me gustaba alguien, pero ni cagando! les iba a decir, eran muy hociconas). Obvio que también dí razones, me mandé condoros, era insoportablemente malgenio y ácida, mi adolescencia fue un período oscuro...imagínense que a los 18 años me gustaba leer Rimboud y Baudelaire, y escribí poemas de ese estilo...ufff! intensísima, la madurez templa todo...
El sentirme siempre juzgada y catalogada de "rara", "amargada", "perna" y no sé cuántas maravillas más, me hizo crearme una coraza, en la que me hice más dura, más malgenio, más introvertida y más rara. Obvio, si me iban a pelar por tonteras, que lo hicieran con fundamento. Me convertí en un ser muuy pesado. Y nunca me sentía 100% cómoda, en el colegio o donde quiera que fuera con ellas, porque sentía sus ojos inquisidores sobre mí toodo el tiempo, hasta que llegaba a casa o me juntaba con otras amigas. Ahí podía ser yo misma, como ahora, como desde que entré a la universidad y en España, más que nunca. Sólo una vez que dejé de sentir ojos censurantes sobre mí, conocí la verdadera amistad y el amor. A veces me pasa que siento que mis amistades del cole están viciadas por ese sentimiento tóxico de no poder ser siempre yo misma, porque si digo o hago algo fuera de lo común, saltan los "pero Ana!" igual que en el cole. Puajs!
Obvio que es un tema trabajado y yo hoy me planto frente a ellas y ante el que sea importándome un rábano lo que piensen. Si no lo hubiese superado, hoy no podría parame frente a desconocidos a hacer clase o disertar. Y sé que ellas me estiman, como yo a ellas, pero no puedo acercarme demasiado, porque me ahogan. Sin que hagan nada en especial, me ahogan. De a una, muy bien, buena onda, pero en conjunto me saturan, porque siento que soy un lobo disfrazado de oveja negra, contemplando un rebaño.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola!
Llego por aquí...
Sabes? Yo no usé ningún parche ni anteojos, pero tenía esa misma sensación en el colegio, y muchas veces en la vida.
Cada día me libero más, pero me doy cuenta de que todavía me falta... pasito a pasito.
Me agradó tu manera de pensar, seguiré pasando. :)

Kuky Haindl dijo...

Bienvenida Dharma! pasaré a conocerte

Alvaro en OZ dijo...

hola, como estás? a mi con el baile me pasa algo similar, especialmente en los bailes donde tienes que dominar pasos. Como soy sumamente torpe jamás he podido seguir ninguno, así si de bailar se trata prefiero otro tipo de música donde te puedas mover más libre, solo sintiendo la música. Bueno, como puedes imaginar en Chile a casi todos les gusta la cosa tropical que le lleva sus pasos de baile....así que siempre termino en un rincón y todos pensando que lo estoy pasando pésimo....para que veas que somos muchos los que nos sentimos ( o nos hacen sentir) raros.
Saludos

Anónimo dijo...

¡A mi tambien me vino la epoca de escribir y leer poemas malditos! ¡y tambien de la forma de actuar de acuerdo a las "encuentas" de la gente"! ¡¡Y recibir criticas por mi pesimo rendimiento matematico y amor por la historia!!

En el mes que estuve en Trondheim aprendi a actuar de acuerdo a lo que piense y no lo que diga el resto, no sé en la peninsula iberica pero al menos en escandinavia era normal no fijarse en el resto sino mirar el ideal de uno algo asi como mejorarse y encontrar la felicidad personal de acuerdo a sus actos "la felicidad personal en conjunto es el bien común de toda la comunidad" o al menos eso es lo que se pregona, aqui, nuestro querido pais, no es asi ¡¡Es cosa de ver la televisión en mediodia o como se reacciona si no estás de acuerdo con algo que diga el resto!!

Junto con sacarme lagrimas tus palabras y gozar con tu manera de pensar (no cualquiera llega a entenderlo o incluso, practicarlo)Me saco el sombrero para que lo sigas difundiendo, para llegar a ser más felices no para lo demás, sino tambien consigo mismo.

Saludos y Exitos!