miércoles, noviembre 11, 2009

Lucha de Gigantes

(Nota: para leer este post, lo mejor es escuchar la canción "Lucha de Gigantes", de Nacha Pop)
¿Qué les dice esta frase?: "Un duelo salvaje advierte lo cerca que ando de entrar en un mundo descomunal, siento mi fragilidad". Amo este mundo descomunal, aunque a veces no lo comprenda y mi fragilidad la tengo muy bien asumida. Mis problemas son con los duelos salvajes, ¡porque ojalá fuese uno! y peor, a veces el "contrincante" es invisible ¡o múltiple! Esta canción puede interpretarse de muchas formas, pero para mí, es casi una marcha de guerra. Cada vez que necesito fuerza (y estamos terminando el año, la fuerza es escasa), la escucho y me inyecta demasiada energía para enfrentar todas las batallas o "duelos salvajes".
Talvez muchos hayan conocido la canción por la película "Amores Perros", que a mí me encantó. Pero la verdad, la canción es muy anterior, es de los años '80. Y en la película se le dió un sentido muy distinto, pero para mí, esa canción es un grito de apoyo, como diciéndome " tranquila, aguanta, estamos todos igual, sigue adelante, falta poco o ya se va a solucionar, ten paciencia". Y por eso me encanta, además que me gusta la voz, la melodía, y por supuesto, ¡la letra!, que como yo tengo cero oído, aunque bastante inclinación literaria, siempre privilegio la letra sobre la música, otra gente es al revés, aunque una buena canción debe ser las dos cosas. Y el intérprete también ha ce mucho. Por ejemplo, se están escuchando muchos dos covers de "El Tiempo en las Bastillas" de Fernando Ubiergo, maravillosa canción, letra y voz en su original. La versión de los Difuntos Correa me encantó, en cambio, la Francisca Valenzuela, a la que respeto mucho como cantante aunque no me gusta, para mí asesinó la canción.
Últimamente, mis posts han sido terriblemente combativos y melancólicos, las alergias de primavera me atacaron con fuerza, agotaron mi cuerpo y me quitaron la poquita paciencia que tenía. Por eso hoy, a unos días de mi cumpleaños y tras protagonizar la quinta pataleta de la semana (y recién es jueves), quiero acabar con esa nubecita negra que me tiene malgenio y recordar todo lo bueno que me está pasando, porque a diferencia de otras personas, cuando la vida me da la espalda no me derrumbo y pienso que todo está mal, sino que chillo un rato y luego sigo.


Debo alegrarme, porque llevo 29 años de vida, una vida fácil, cómoda y afortunada, rodeada de seres queridos, que me ha dado la oportunidad de viajar y dedicarme a lo que me apasiona. Un amor de verdad, con el que llevo más de un año casada y más de diez juntos. Un amor basado en la comprensión, la confianza, el respeto y la admiración mutua. un amor blindado, donde ninguna opinión ni comentario externo importa, porque es un amor de a dos. Nunca hicimos caso a ninguna presión, nos casamos cuando quisimos y continuaremos así, sin pescar la opinión de nadie (porque, de nueve años de pololeo, seis fueron escuchando "y, ¿cuándo se casan?", "¡cómo te vas sola a España!" y hoy escucho " ya es hora de tener guagua, ¿no?" a todos les sigo diciendo que se vayan ya saben adónde).


Así que también me alegro de haber heredado este carácter porfiado y llevado de mis ideas, porque soy feliz de hacer siempre (mientras se puede, obvio) lo que quiero. Estudié lo que quise y he podido demostrar que no me moriría de hambre como todos pensaban y he demostrado que la Historia es importantísima y que esa imbecilidad de los racionalistas de que no sirve para nada no es más que eso. Un pueblo sin historia es un pueblo desmemoriado y le pasa lo mismo que una persona sin memoria: repite los errores, no sabe lo que tiene, olvida dónde dejó sus cosas, etc. ¡Un desastre! La amiga Historia ayuda mucho a los pueblos y en los llamados países desarrollados la conciencia histórica es fuertísima. Así que, señor racionalista: su economía le hará rico y su ciencia poderoso, pero sin la Historia no tendrá idea cómo manejar su poder y riqueza. Aprenda de los errores del pasado, tal como hacen las personas. Me alegra ser descendiente de inmigrantes, que me heredaron ese espíritu aventurero y emprendedor, el siempre querer ir tras cosas nuevas y no complicarme a la hora de adaptarme a nuevos desafíos. Me gusta no querer uniformarme con el resto, sin miedo a ser tachada de "rara" (palabra muy usada en el ambiente pelolais en el que me crié, donde así se catalogaba cualquier cosa que rompía con el molde y equivalía a algo de terror, cuando para mí lo raro siempre ha sido fascinante). Por eso, hago caso a la canción y pido lo mismo "deja que pasemos sin miedo", yo por lo menos, y aunque tengo mil fobias, trato de pasar siempre, sin miedo a ser yo misma. Prefiero ser juzgada y malinterpretada a sentirme miserable por fingir ser alguien que no soy.
Me alegra el rumbo que está tomando mi vida, aunque estoy aterrada, porque no todo es miel sobre hojuelas. Mientras más me da por un lado, más me quita por el otro. Y me da rabia, porque es imposible acabar con todos los gigantes que me atacan. Por eso me fascina esa canción de Nacha Pop. Me da una fuerza gigantesca. Cuando dice "no sé contra quién voy", es justo lo que yo pienso cuando me siento muy aproblemada, "corriendo con una bestia detrás" y aunque me gustaría pensar que es "un sueño tonto nomás", sé que en realidad no es sólo un sueño. Sé que nadie ha "pasado sin tropezar", todos nos caemos, todos somos frágiles, pero todos tenemos la fuerza para levantarnos una vez más y enfrentar los monstruos, sean de papel o no.
Una cosa no concuerdo con la canción: a mí no me da miedo "la enormidad, donde nadie oye mi voz", porque a veces, cuando estoy realmente sobrepasada, quisiera estar en un desierto y gritar hasta quedar afónica, sacarlo todo, sin que nadie me oyera. Porque, aunque la gente jure que yo soy pensamiento hablado, soy como dice la canción "Signos" de Gustavo Ceratti: "no hay un modo, no hay un punto exacto, te doy todo, y siempre guardo algo". Así soy. Escorpiona hasta la médula. De hecho, para mí el mejor desahogo no es hablar, sino exteriorizar mis sentimientos. llorar, gritar, rabiar. Y eso se hace sola. No hay que asustar a nadie y en esos momentos, para mí la gente sobra. Como sobran los consuelos y las palabras de apoyo. Ésas para cuando uno quiere hablar o escribir lo que le pasa. Por eso, muchas veces, cuando alguien está mal, yo sólo escucho o abrazo. No hablo. Sé que a veces, la pena o rabia es tanta, que cualquier discurso está de más y empeora las cosas. Mejor un gesto.
Les dejo la letra de la canción, a ver si concuerdan conmigo:

Lucha de gigantes
convierte,
el aire en gas natural
un duelo salvaje
advierte,
lo cerca que ando de entrar
En un mundo descomunal
siento mi fragilidad.
Vaya pesadilla
corriendo,
con una bestia detras
dime que es mentira todo,
un sueño tonto y no más
Me da miedo la enormidad
donde nadie oye mi voz.
Deja de engañar
no quieras ocultar
que has pasado sin tropezar
monstruo de papel
no sé contra quien voy
o es que acaso hay alguien mas aquí?
Creo en los fantasmas terribles
de algun extraño lugar
y en mis tonterías
para hacer tu risa estallar
En un mundo descomunal
siento tu fragilidad.
Deja de engañar
no quieras ocultar
que has pasado sin tropezar
monstruo de papel
no se contra quien voy
o es que acaso hay alguien más aquí?
Deja que pasemos sin miedo.

5 comentarios:

FRANCISCO PINZÓN BEDOYA dijo...

Me encantó leer tu "confesión"

Un saludo desde Medellín, Colombia

Alvaro en OZ dijo...

Se nota que tienes tus cosas claras y que no te dejas influir por las cosas que te dicen los demás, tienes tus tiempos y te los respetas. Además, haces lo que te apasiona y te sientes feliz de tu vida, eso es muy bueno!!!
Espero que esa pasión que sientes por la Historia nunca disminuya sino que todo lo contrario, aumente más y más.
Saludos !

Melviraz dijo...

Buscando lo que quizo interpretar Antonio Vega, me encontré en tú blog y me encanto tu descripción, no sólo por la interpretación que tú le das si no por tu libertad y forma de escribir.

Melviraz dijo...

Buscando lo que quizo interpretar Antonio Vega, me encontré en tú blog y me encanto tu descripción, no sólo por la interpretación que tú le das si no por tu libertad y forma de escribir.

Dani Guilty Spark dijo...

Igualmente, hacía años había escuchado la canción y por los afanes de la vida no le había prestado atención. Hace pocos días reparé en ella. Una especie de confesionario, una aventura a la intemperie. Como me gustan los videojuegos y la literatura además, no dejo de imaginar a "The Shadow of the colossus" y a "la historia interminable" cuando la escucho. Ahora me encuentro con tu blog... ya de años! y aquí dejo mi huella. Un saludo, ojalá leyeras esto.