lunes, agosto 10, 2009

Renuncias

Las batallas continúan. Y ya he descubierto cuál es mi batalla más dura: la renuncia. Siempre creí que era la paciencia o la tolerancia. Talvez ésas me cuestan mucho, pero no duelen como la renuncia. Dejar algo atrás se hace muy difícil. A mis sueños no renuncio jamás, por muy imposibles que sean. Pero renunciar a los amores, a las amistades, a los trabajos, a un estilo de vida, es complicado. Por estos días decidí renunciar a una amistad de años. Porque me hace mal. Porque no puedo seguir tratando de mantener algo que ya murió. Para mantener una amistad, se necesitan dos. Yo no puedo enojarme si el otro no llama, si yo tampoco llamo. Y como los esfuerzos, en los últimos dos años, por reunirnos y acompañarnos, los he hecho yo, y siempre recibo reproches por no llamar, me aburrí, no llamo más, no insisto más, no invito más.
Cuando ya no sabes qué esperar de una persona, cuando te manipula que ya no la pescas, pero después te deja plantada, ya no queda nada más que hacer. La amistad se murió. Con ella pasa lo mismo que el amor y que con cualquier relación: hay que mantenerla, con esfuerzo, reciprocidad. Es una relación bilateral, de a dos. Cuando deja de alimentarse, muere. Mi amistad agonizó estos dos años, y yo decidí darle el golpe de gracia. No soy confrontacional, no me peleo con casi nadie, pero cuando alguien me hace daño o me agota, me alejo. Y así ha sido. Después de un episodio, "me cayó la teja" de que esa persona ya no es mi amiga. No fue nada terrible, no le guardo ningún rencor y talvez nuestros caminos vuelvan a cruzarse. Pero, en este momento, no quiero seguir insistiendo en mantener una amistad donde soy la única que se esfuerza. Y me da pena, sobre todo porque creo que ella no está bien. Pero ya no puedo ayudarla. No puedo así, no sé si esa persona la que me alejó de su vida y que terminó por cansarme con sus actitudes envidiosas y amargadas. Es triste para mí no llamar más, pero no lo hago y hace un mes me he mantenido firme, porque sé que no saco nada.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Esta no es una renuncia mi querida Kuky... yo la llamo "buscando la felicidad"... si esa persona no te hacía feliz, no tenías nada que hacer siendo su amiga.

No es renuncia... es elección de caminos.

un abrazo

Kuky Haindl dijo...

Gracias Borrego! visto de ese modo, se me hará más fácil mantenerme firme en mi actitud, ya que mucho tiempo he estado motivada por la ira contra ella. En cambio ahora, mi motivación es el que lo hago por mi propio bien y ese es un fin más loable.