Me reconozco alegona, malgenio, intensa e intolerante. Pero, creo, dentro de todo, ser optimista y siempre trato de ver el vaso medio lleno. Eso me hace no comprender a la gente incapaz de ser feliz. Gente que tiene una buena vida y es tan malagradecida, que siempre anda de mala cara. Que se complica por todo. Porque para ellos, la vida es un drama. Para mí en cambio, la vida es un regalo. Aunque cada cierto tiempo, este regalo nos pone a prueba, para ver si somos digno de él y es entonces cuando se nos presenta como un campo de batalla. Pero aún, en medio de la peor de las batallas, o en medio de la pataleta más tremenda que pueda darme, soy capaz de reconocer un rayo de sol. Y por eso, mis berrinches son como tormentas de verano y duran poco. No se me da eso de andar con cara larga todo el día y trato de tomarme las cosas con un poco de humor. En resumen, trato de ser feliz. No entiendo entonces que haya gente incapaz de ser feliz y vivir eternamente en una nube negra.
LITERATURA Y MÚSICA EN LA CORTE DE LUCRECIA BORGIA
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Este programa lo preparamos para celebrar el Día de las Librerías, a
inicios de noviembre del pasado año, pero lo suspendimos por la DANA. Es
una combina...
Hace 1 mes.