miércoles, enero 16, 2013

Happily Ever After?

La semana pasada fui a un matrimonio en otro país. Además de aprovechar de descansar, conocer y compartir con gente muy buena onda, el matrimonio en sí fue bonito, los novios estaban felices. Pero, me llamó la atención lo joven que era la novia: 20 años. Yo a esa edad era una cabra chica, orgullosa de serlo, mi mayor responsabilidad era estudiar, y aunque pololeaba muy enamorada, casarme no figuraba en mis planes inmediatos (por algo me casé siete años después y no antes). Pero bueno, cada uno sabe cómo hace su historia y cada persona es diferente, así que bien por ella. 
Por otro lado, a mí, una de las razones que me llevaba a ser reacia al matrimonio cuando era más joven, era presenciar, en primera fila, que el "happily ever after" no existe. ¿Por qué creen que los cuentos acaban ahí? Porque la idea del cuento es, por un lado transmitirnos una enseñanza, y por otro, evadirnos de nuestra realidad a un mundo de ensueño. Hay gente, más crítica y combativa que yo (sí, las hay peores que yo, ¡cuidado!), que dirían que los cuentos fueron creados para mantenernos con la perpetua ilusión de que todo será para mejor, para mostrarnos cuál es nuestro rol en la sociedad (como hombre-héroe-príncipe-proveedor y como mujer-"damisela en apuros"-princesa-dueña de casa). Es decir, una especie de "opio del pueblo", jejeje (aunque algo de sentido tiene...). 
¿Se imaginan si el cuento de la Cenicienta siguiera? Y ella tuviera que sufrir las críticas y pelambres de las tías de su príncipe, que la encontraban "rota" y "pobretona". ¿Y los temores a que el príncipe le fuera infiel? ¿Su lucha por bajar esos kilos de más que le dejó el embarazo? ¿Su batalla con un principito que no quiere comer? ¿El enojo de su marido por el desorden de la  pieza? Ya no nos gustaría tanto el cuento, por la simple razón de que dejaría de ser un cuento. Y desde muy chica, me dí cuenta que la vida real no es cuento. Y que la parte soñada del matrimonio es sólo la propuesta, la ceremonia, la fiesta y la luna de miel. Lo demás, es espectacular, no lo niego: comprometerse con alguien a quien uno ama siempre lo es. Pero no es de cuento ni de ensueño. El mismo pololeo no lo es, y los preparativos del matri pueden ser muuy estresantes. Por eso, al ver a esta niña de 20 años casarse, me pregunto: ¿sabrá lo que le espera? Talvez sí y bien por ella, ya que es muy valiente al decidir tomar un paso tan importante a tan corta edad. 
En la otra cara de la moneda, he presenciado en primera fila, como esa novia que parecía una princesa el día de su matrimonio, termina convertida en una verdadera bruja. Y cómo ese guapo novio, galante como un caballero medieval, termina convertido en un villano. Obviamente, exagero, pero sólo un poco. Todos sabemos que una relación de pareja mal avenida puede sacar lo peor de nosotros. La vida no es una película de Disney y a veces, los problemas, la gran cantidad de trabajo, las deudas, las enfermedades, o simplemente, la monotonía de la rutina, pueden hacernos colapsar.

Agrego esta imagen, por sugerencia de Iranzu. El link es https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi97J_Vw1q0zkk_N7GLxdN4YBEnZEcAXBqgGsvxO5fzpALDIOAiJs64yFCbiQFU-AIJrYeioC7lkABqb3vvjLXerObDSZRiFs7rD-QKLaWK0MohNWCX4TBOWYl-Yg-xuQJiykUHLA/s1600/snow-white-after.jpg

5 comentarios:

Irantzu dijo...

Ahhh, esta foto le venía como anillo al dedo a tu post! http://3.bp.blogspot.com/_vkOGJU3o9MA/TPfreeK8pcI/AAAAAAAAAh8/JEItHTWbioY/s1600/snow-white-after.jpg

Yo no pretendo casarme nunca (enamorarme, vivir con alguien sí), pero creo que hay que ver el matrimonio como un día a día, y a la ceremonia misma como un paso más dentrro de muchos y no como el final de algo... es tan sólo "parte de" lo que se está construyendo...

Kuky Haindl dijo...

Yo tengo la misma visión que tu. Y por eso, para mi casarme fue una decisión que tome a los 27 años, después de estudiar, viajar y carretear bastante

Kuky Haindl dijo...

genial la imagen!

Isabel Barceló Chico dijo...

Ja, ja, Kuky, las películas de Disney son de todo menos románticas...¡Menuda violencia encierran todas! Comparto lo que señalas acerca de la dificultad que tiene la vida cotidiana una vez se ha terminado ese enamoramiento que nos hace ciegas/os a la realidad del otro. También dependerá de la profundidad del amor que hayamos sentido o que hayamos sido capaces de cultivar. Pero tampoco con los padres ni con los hermanos ni con los hijos todo es perfecto. Es parte de la vida y como tal lo hemos de tomar. Sí tengo claro que cuando una pareja no tiene manera de funcionar, que ambos se hacen mutuamente desdichados, es mejor dar carpetazo a la relación y darse otra oportunidad de ser feliz.
Respecto a la pregunta que hacías en mi blog, te diré que mi novela "Dido reina de Cartago" puede adquirirse en Chile a través de internet, bien de la propia editorial, bien a través de las empresas que traen libros de fuera. También Amazon la tiene (en libro editado). Por lo demás, aunque la editorial hizo un contrato para distribuirla en América, que yo sepa no ha llegado allí. Un abrazo muy fuerte.

escorpiona dijo...

El amor en estos tiempos ya no esta para cuentos...

Saludos