miércoles, noviembre 07, 2012

Los misterios de la vida

Hoy terminé de convencerme de que Occidente está en crisis. Porque cada vez se hace más evidente un síntoma que ya me está empezando a preocupar: la superstición. Cada vez más seguido, comienzo a escuchar gente que intenta explicar cosas de diversa índole, usando argumentos que no son racionales, sino que basados en lo que para mí, son tonteras. No es que yo sea totalmente escéptica, creo que efectivamente  existen poderes más allá de la ciencia y la razón, pero culparlos constantemente de todo lo que pasa, me parece que raya en la tontera. Lo mismo opino de toda esa sarta de pelotudeces apocalípticas. 
No puedo entender que una persona le eche la culpa de sus desgracias y fracasos a "fuerzas ocultas". Cada vez escucho más seguido gente que habla de "males de ojo", "trabajitos", "brujería", etc. Cuando muchas veces, sus desgracias y fracasos son culpa de su propia negligencia, de su falta de esfuerzo, de su constante pesimismo. Creo efectivamente, que hay gente que a veces tiene una nube negra gigante en la cabeza. Lo que no creo que eso sea por un mal de ojo, vudú o lo que sea. Creo que a veces son pruebas que nos pone Dios (o como le llamen los que creen) y a veces, nos pasa algo malo y eso nos desmoraliza tanto, que nuestra propia ansiedad nos hace atraer nuevas desgracias. 
Cuando muere un ser querido, es difícil entenderlo y aceptarlo. Todos lo sabemos. Pero, la muerte es parte de la vida, y para esa persona, su peregrinar por esta vida se acabó. Creer que alguna fuerza maligna estuvo detrás de la muerte de un ser querido es una estupidez. De hecho, me parece infantil, supersticioso, inmaduro y totalmente irracional. Una locura. Pero comprensible, cuando se pasa por un momento de mucho dolor. Por eso, hay que contener a los que sufren. Y tratar de que no le den más vueltas a los por qués. Porque jamás sabremos ese porqué. Ese es uno de los misterios de nuestra vida: por qué se acaba cuando se acaba...
Y por otro lado, cuando algo no nos resulta, sin saber por qué, normalmente caemos en canciones lastimeras, llorando por nuestra "mala suerte". Y a veces nos esforzamos tanto en conseguirlo, pero igual no resulto...Nos dicen que todo pasa por algo, y nuevamente intentamos desentrañar los misterios de la vida, cayendo en reacciones y explicaciones absurdas. Pero a veces, años después, nos alegramos de que aquello no haya resultado, porque todo fue para mejor. Normalmente es así. 
Hay que dejar de cuestionarse cada desgracia que nos pasa, y cuando lo pasamos pésimo, no pensar, sino más bien "entregarse". Eso cuesta muchísimo, porque el ser humano tiende a colapsar mentalmente ante el exceso de presión o sufrimiento, y un síntoma de ese colapso es pensar tonteras. 

2 comentarios:

Joe dijo...

Sabes kukita, me dejaste pensando en el tema de las deidades...
Tendrá algo que ver con la forma de interpretar las creencias?
Según lo que yo sé (y puede estar errado), a los "antiguos dioses" les hacían ofrendas... al actual solo le piden. Y después se paga una manda, si es que se hizo la promesa de hacerla!
Antes a los dioses se les daba la mejor parte de la comida. Hoy, con suerte, le dan las gracias al animalito sacrificado para ser comido.
Creo que la gente esta muy acostumbrada a pedir sin dar esfuerzo (sacrificio) a cambio. Lo que se refleja en la forma en que se enfoca nuestra cultura actual: niños mimados, jóvenes insolentes y adultos incompetentes.
Creo que los pastores laicos no están haciendo un buen trabajo. Lástima, pensando que son los que "guían al rebaño" (un fiel rebaño de ovejas).

Kuky Haindl dijo...

Es cierto! Osea, si uno estudia bien el mensaje cristiano, éste sí exige sacrificios (no materiales, pero sí en actos, como ir a misa, ser bueno con el prójimo, etc.; y también actitudes, como la resignación, el aceptar la voluntad de Dios, etc. )Pero, no es mucho lo que la gente cumple al respecto, y muchos sólo se acuerdan de su Dios cuando están mal. Y a veces, caen en creer que éste los abandonó, y se refugian en otras creencias (muchas "supersticiones" y "brujerías" no son más que residuos de "paganismo"). Pero lo malo de eso, para mí, es cuando pierdes la capacidad de autocrítica y la resignación, y le atribuyes tus problemas a alguna "mano negra" o a tu "mala suerte". Creo que somos arquitectos de nuestro propio destino, y en mi caso, aunque reconozco y agradezco haber nacido en un medio privilegiado, cada logro personal es fruto de una batalla.