jueves, septiembre 24, 2009

De todo un poco: reflexiones desordenadas (casi una "corriente de conciencia")

Últimamente, pareciera que la tierra gira cada vez más de prisa, el tiempo simplemente vuela y no sé en qué momento ya cumplí un año de casada, el 18 vino y se fue, y se acerca un octubre del terror, con mil plazos que cumplir, que además recuerda que el 2009 ya casi es historia y es necesario comenzar a planificar el 2010, que yo, por lo menos, no tengo muchas ganas de que llegue por ahora. Más adelante talvez escriba otra entrada acerca del famoso "bicentenario" ad portas...tengo una postura un poco díscola al respecto, jejeje ( que no me hace menos patriota, por cierto).
Además, esta primavera indecisa, que aún no se decide a mostrar todo el esplendor de sus días de sol y calor, ya nos regala sus primeras flores. Pero con ello, la cara más fea de la estación más romántica colorida y poética del año: las alergias, que a mí por lo menos, me tienen funcionando a media máquina. No sé qué haría sin Aerius...si alguien conoce tips y secretos de naturaleza para contrarrestar el nefasto efecto congestivo que ejerce el polen sobre mis ojos, garganta y nariz, bienvenido sea. Por eso, a veces prefiero el otoño, con sus hojas amarillas maravillosas, un clima igual de agradable, ¡pero sin alergias!
Ayer, como muchos chilenos, ví el famoso debate. Y me pareció un asco. De partida, algunas preguntas me parecieron malas y otras estaban mal formuladas. Otras me parecieron realmente excelentes. Pero en general, las respuestas no estuvieron a la altura. Por una razón muy simple: no respondían a lo que se preguntaba, secos para irse por las ramas. Independiente de mi postura política, la que me niego a develar, me pareció que Arrate y Henríquez- Ominami fueron los que mejor respondieron, aunque no siempre comparta sus ideas y argumentos. En cambio la guerra de descalificaciones desatada por los otros dos me pareció añeja, rasca y como de niños chicos. Me hubiese gustado una mayor altura de miras, menos descalificaciones y más respuestas "al hueso", más propuestas concretas.
En fin... no nos daremos cuenta y estaremos en marzo, presenciando la investidura de...hagan sus apuestas. Aunque suene a cliché, ojalá que el que salga, logre arreglar varias embarraditas que se arrastran hace décadas. Yo por eso, me niego a ser como esos jóvenes "ni ahí con la política". Aunque ninguno de los cuatro me parece un Mesías para Chile, votaré por el que me parezca mejor, que esté asesorado por los que crea mejores o, en su defecto, "por el mal menor". En todo caso, como historiadora (y medievalista, más encima), sé perfecto que ningún gobernante es la panacea, todos tienen claroscuros.
Basta de política, la vida por aquí va bien, tranquila luego de meses agitados. ¿Época de grandes treguas? talvez, eso espero, para vivir un "bicentenario" tranquilo y poder sacar a flote vaarios proyectos (personales, laborales, académicos, etc. ) En medio de esta tregua, nació un niño maravilloso, mi ahijado, que nos tiene a todos chochos. Talez él me enseñe a perderle el nervio a las guaguas chicas, cuyo porte minúsculo y actitud indefensa me impiden hasta tomarlos en brazos. Y me ayude a sacar un lado más tierno, que a veces en medio de tanta batalla olvido que tengo.
Independiente de la porcina, varios problemas familiares (las famosas batallas) y algunos retrasos en mis proyectos, este ha sido un año de lo más fecundo, pareciera que vivimos un "baby boom", además de una verdadera pandemia de matrimonios. Si prácticamente una vez al mes o incluso dos, debo arreglarme de glam princess para ir a celebrar con amigos o primos que se han decidido, felices como yo, a "pisar el palito". Pero, ya casi en octubre, y sin ánimo de hacer balances anticipados, el año se ha ido desarrollando bien, poque casi todas las batallas se han ganado y casi todos los proyectos han resultado.
Mi último año de veinteañera (¿horror? no, porque no se me notan los años, gracias a mi pretensión y también a la genética, jejeje) es este 2009. Y mi inquietud ante los 30 no es tanto el sentir que me hago vieja, esas son payasadas. La edad es la que sientes, no la que dice el carnet. Mientras mi espíritu se mantenga joven y guerrero, estamos regio. La inquietud viene por replantearse si lo que hoy estoy haciendo es lo que quiero hacer el resto de mi vida. Y la respuesta es si, porque me encanta y aunque obviamente busco proyectarme y evolucionar más, creo que es el camino correcto. Tampoco soy de las que diseñaron un plan de vida a los quince y se amargan al ver que a los 30 no son la súper ejecutiva con cuatro hijos y pinta de supermodelo que imaginaron que serían. Porque para mí, "se hace camino al andar", como diría el gran Machado. "Sin pausas, pero sin prisas" dice Melendi. Esas dos frases, de personajes tan distintos definen bastante bien mi actitud ante la vida.

viernes, septiembre 04, 2009

Antes del amanecer

Hoy leí una frase que me quedó dando vueltas: "el momento más oscuro es justo antes de que amanezca" y por Dios que es cierto. Porque en este campo de batalla que es la vida, cuando libramos una de esas cruentas batallas donde nuestra esperanza parece ser el única arma que nos queda, lo peor viene justo antes de que todo se solucione. O a veces, después de una gran derrota, porque a pesar de que siempre juguemos a ganador, hay momentos en que nos toca perder, viene el silencio, más temible que la misma batalla...pero después de ello, viene la calma, el "renacimiento", el rearmarse desde las cenizas o los escombros.
Yo viví hace algún tiempo un momento donde parecía que me perdía en la oscuridad: todo salía mal, nada resultaba, pero siempre, hasta en el momento de mayores tinieblas, había un rayo de luz que me hacía seguir adelante y alimentar mi fe y esperanza. Y cuando todo parecía irse a la cresta, cuando pensé que nunca más me quitaría la pintura de guerra, todo evolucionó y pasé meses muy muy tranquilos. Y tras la tranquilidad, vino la prosperidad. Y cuando todo se parecía perfecto, una nueva batalla se desencadenó, para recordarme que el Paraíso acá en la tierra no existe, que por un lado nos da, pero por otro nos quita. Y me carga decir "así es la vida", por lo cliché, pero es cierto que lo es.
Hoy vivo las primeras horas de la mañana, aunque algunas nubes se asoman a lo lejos...