Ahora que llevamos semanas en paro, y vaarios años debatiendo el tema, creo que aún el gobierno o mas bien, los gobiernos, ya que esto se arrastra hace varios lustros, no ha sabido dar una solución real a los problemas actuales de la educación chilena, que no son más que los mismos de siempre, pero agravados.
Este tema tiene muchas aristas y trataré de abordarlas todas, espero no omitir ninguna.
En primer lugar, la cobertura. Creo que están mal enfocados. Prometer gratuidades universales para universitarios y luego otorgarlas a medias es una estafa. Y perjudicar a los colegios subvencionados es partir al revés: hay que levantar la educación pública. Logrando eso, ya tenemos la mitad del camino ganado. ¿Cómo se hace eso? En primer lugar, dando mayor capacitación, mejores sueldos, mejores condiciones laborales y también exigiendo más a los profesores. Estoy de acuerdo en que haya más exigencias para ser profesor y que éstos se evalúen. Pero, seamos realistas! Con 40 horas frente a curso en salas con más de 40 alumnos...quién saldrá bien evaluado? Los súper héroes de la educación! Los que, a pesar de todas esas condiciones adversas, sacrifican su vida (entiéndase fin de semana y "tiempo libre" en las tardes) para poder hacer su pega bien. Esas condiciones laborales no creo que queden compensadas por un aumento de sueldo. El sueldo deben subírselos, es cierto, y a mi no me molesta que el bien evaluado reciba bonos como premio. Pero, no basta. Y el aumento propuesto tampoco es mucho. Lo que hace al final es equiparar el sueldo del profesor de colegio público al del profesor de colegio privado, que tampoco es una maravilla. Con buenos profesores, con condiciones laborales dignas (50% de horas frente a curso y 50% para planificación y permanencia, salas de clase con un máximo de 25 alumnos, un tope máximo de 32 horas semanales frente a curso, incentivos de capacitación, etc.) damos un paso gigante. Obviamente, que los colegios cuenten con la infraestructura adecuada, que no se caigan a pedazos, que los alumnos cuenten con el material necesario (y acabemos con el negociado de las editoriales: me tiene chata el asuntito de la versión ministerial, de distribución gratuita, pero más mediocre y la comercial, carísima), que los alumnos estén cómodos en la sala de clases, no hacinados, por eso el máximo de alumnos por sala, que además permite una atención más personalizada. Con acceso a herramientas tecnológicas, lugares donde hacer deporte, etc. Es decir, equiparar la calidad del colegio público a la del privado, aunque, como explicaré más adelante, en todo el sistema escolar algo debe cambiar.
Por otro lado, y aquí hablaré escuetamente, desde la ignorancia, porque no es mi área, es la importancia de la educación preescolar. Porque esos años de formación son claves. La estimulación temprana es importantísima. Acá, también, todo lo expuesto en el punto anterior acerca de la cobertura y las condiciones laborales de los profesores es importantísimo. Y otro aspecto, relacionado con el anterior y aún no mencionado, también es clave: la formación académica de los profesores en general. Nuestro sistema de enseñanza está obsoleto y desgraciadamente, como profesores, nos cuesta mucho innovar nuestra didáctica, porque no sabemos cómo! Así se nos enseñó. En el caso de mi área, Historia, somos demasiado "contenidistas". Porque así se nos formó en la Universidad, y además, porque el Ministerio nos impone un alto de contenidos mínimos, que en realidad son máximos. Estams formando loros que repiten. Cuando necesitamos gente pensante y creativa. Igual, algunos nos hemos dado cuenta de esto y algo tratamos de hacer. No reducir la clase de Historia a preparar PSU, con puras evaluaciones de selección múltiple, y generar instancias de debate en la sala, es un muy buen primer paso.
Otra falencia la tenemos en el curriculum. Ya basta de reducirle horas a arte y a música para priorizar matemáticas. Y pongánmosnos las pilas con el deporte! Así, la educación no progresará nunca. Profesores estresados, mal pagados, en salas de clases atestadas de alumnos, con curriculums arcaicos, que le dan más importancia a operaciones mecánicas y a repetir como loros, sin preocuparse por desarrollar la creatividad y los distintos tipos de inteligencia. El currículum escolar chileno sólo prioriza un tipo de inteligencia y un tipo de habilidades. El que queda fuera, inmediatamente es sindicado como un niño con déficit atencional. Sospecho que el déficit atencional es un chamullo de los especialistas en psicología del aprendizaje, para meter en un mismo saco a todos los niños que no se adaptan a los sistemas tradicionales de educacion, para vender pastillitas. Porque dentro de ese saco, hay niños que son una foto, pero se distraen con cualquier cosa, otros que no paran de moverse o molestar, y otros que se portan bien, ponen atención, participan, pero sus evaluaciones son deficientes. Para mí, esos tres niños son muuuy distintos. Pero a los tres los encasillan dentro del mismo síndrome y les dan la misma pastillita. Por suerte, como también se les indica reforzamiento, ahí a veces se encuentran con gente que logra ayudarlos de verdad. Pero, si nuestro curriculum fuera más equilibrado, hubiese más horas de arte, música y deportes, y se motivara a los niños a aprender en todas las áreas académicas, motivando la creatividad, la capacidad de análisis, la resolución de problemas, la investigación, etc., estoy segura que habría menos niños diagnosticados con déficit atencional.
La PSU y el SIMCE han hecho mucho daño. Han mutilado la educación, reduciéndola al aprender para pasar una prueba y rankear los colegios, los que se cuelgan de eso para promocionarse y convencer a los papás que no cachan mucho de educación de que eso mide la calidad de sus colegios. Bueno, hubo un ministro del gobierno anterior que tuvo la brillante idea de catalogar con semáforos a los colegios según su resultado. Un desastre! Si de verdad, quieren saber si un colegio es bueno o malo, observen a sus alumnos y ex alumnos. En su vida cotidiana, en su desempeño laboral y universitario. Punto. El oro se prueba en la fragua. El SIMCE sólo debe usarse para sacar una foto de cómo se está aprendiendo y yo reemplazaría la PSU por exámenes de admisión específicos para cada carrera.
Otra cosa que cambiaría tiene que ver con los horarios de clases y las tareas. Si ya tenemos una jornada escolar bastante extensa, que no sé si la reduciría todavía, porque ahí entran otras cosas a influir (partiendo por la organización de la vida familiar en Chile....en fin!), será necesario que los niños se lleven todos los días tareas para la casa? No será mejor hacer actividades de habilidad en la sala ( yo lo hago así y planifico para alcanzar a pasar la materia y destinar tiempo para trabajar habilidades) y dejar para la casa sólo actividades a largo plazo, como trabajos de investigación, proyectos y lecturas? Dándoles plazos prudentes, porque igual es importante que desarrollen la responsabilidad y la organización. Pero, también la autonomía. Al sobrecargarlos de actividades, lo que termina pasando es que los papás o hermanos mayores les hacen las tareas. No es la idea. Y aquí, quiero apelar al criterio de mis colegas. Los niños tienen papá y mamá que trabajan tanto como nosotros. Y a veces llegan tardísimo. Pedir material urgente de un día para otro me parece descriteriado, pídanlo con tiempo para que se organicen. Y al igual que nosotros, quieren disfrutar de sus hijos los fines de semana. Tratemos de no sobrecargar de tareas y pruebas para los lunes y no mandar tarea para las vacaciones que me parece una tortura. El otro día me enteraba de un colegio que a sus alumnos de segundo básico les hacían pruebas todos los lunes. Una mariconada. Más, cuando en ese curso, todos los famos los hace la misma miss. Yo, que no le hago clases todos los días a mis alumnos, evito fijar pruebas los lunes. Excepto cuando por horario no me queda otra. Y eso que yo le hago a los grandes.
Volviendo a los colegios públicos, creo que fomentando su calidad, ganamos en una mayor igualdad de oportunidades. Si el público es gratis e igual de bueno que el privado, muchos padres optarían por él. Porque algunos padres apoyamos que nuestros hijos tengan compañeros que provengan de realidades distintas. Otros, optan por criarlos en un ambiente más "protegido" o "burbuja", o quieren que sus hijos se relacionen sólo con gente parecida a ellos (ya sea en lo social, económico, étnico, cultural o religioso), lo que me parece sumamente válido, y por eso, ellos seguirían prefiriendo un colegio privado, aunque signifique pagar. Mi punto es que, la calidad de la educación debería ser igual! en el público y en el privado. Algo similar me gustaría para la Salud...pero ese es otro tema que da para largo también y del que sé mucho menos.
Por último, y acá me voy a referir a los colegios privados...hasta cuándo con el sistemita de selección que están adoptando? Que para que un niño quede en el colegio casi hay que adiestrarlo? Ojo que no estoy en contra de la selección e incluso rntiendo que hay colegios para distintos tipos de niños y uno debe buscar aquél donde tanto el niño como sus padres se sientan cómodos. Creo que un niño que se siente cómodo en su colegio, le va a ir bien. Si está estresado, incómodo, se siente fuera de lugar, etc., eso va a repercutir en su rendimiento y en su sociabilización. Si eso, el examen de admisión logra captarlo, fantástico. Y si el niño no queda en el colegio...qué cuesta informar a los padres las razones???? Para poder ayudar a ese niño y llevarlo al lugar que sea mejor para él. Eso, o ponerse las pilas por tener un Colegio con mayor integración y que no busque un sólo tipo de alumno. La diversidad es muy buena para los niños. Les ayuda a desarrollar criterio y tolerancia. Y dentro de lo que es el sistema de admisión, yo acá propondría al Gobierno prohibir por ley las cuotas de incorporación. Me parecen un abuso. Si ya se va a pagar matrícula, colegiatura y hasta se paga por dar el examen de admisión...creo que está de más tamaño desembolso. En fin, así es el sistema en Chile y acá, de forma más o menos resumida, doy mi humilde opinión. Obvio que debo haber omitido mil temas más, pero abordé los que me hacen mas ruido.