domingo, diciembre 09, 2012

¿Qué te hicimos?

No me hicieron nada, y sí, las abandoné. A ustedes, mis amigas de la infancia, mis amigas del Colegio.Es difícil explicarlo, porque es difícil que lo entiendan. Ni yo misma lo entiendo muy bien. Hubo un momento en que estuve muy mal, y decidí que debía alejarme de ciertas compañías que me hacían mal. Es raro. Lo que me hacía mal de estar con ustedes no era algo que ustedes hayan hecho, al menos conscientemente. Me hacían sentir mal. Y me costó mucho tiempo el descubrir el porqué. Las últimas veces que las ví, siempre quedaba con una sensación rara, estaba triste durante días. Y después lo descubrí: cuando estaba con ustedes no me sentía auténtica. Me sentía como aprisionada por un corset que me impedía respirar bien. Y no es culpa de ustedes: es el ambiente en que nos movimos 14 años de Colegio. Un ambiente en el que siempre me sentí cuestionada y criticada, donde para evitar mayores críticas y cuestionamientos, me ponía el corset. Y cada vez que éste se aflojaba un poco, me tachaban de "rara". Y llegué a creer que así era, hasta que empecé a conocer otro mundo, en el que era bastante menos rara. Y luego viví en otro país, donde lo raro era ser normal, y donde los corset estaban mal vistos, porque hacen que la gente sea sosa y reprimida. 

Por eso, cuando volví, el corset ya no me cabía. Y sentí cómo, cada vez que las veía, las críticas y cuestionamientos eran frecuentes. Aunque lo hacen inconscientemente, siempre están ahí. Y esa es la verdad: no me sentía cómoda compartiendo con ustedes. De a poco, y una vez superado el estrés que marcó mi vida durante dos años, puedo decir orgullosa que ya todo eso me resbala. Durante esos dos años no podía verlas, porque estaba en un proceso de "limpieza", y talvez, cobardemente, decidí evitar todo aquello que me hacía mal. Por eso, las evité. Como ven, el problema es mío. Sólo mío. No es nada que ustedes hayan hecho: ustedes son como son. No quiero criticarlas ni cuestionarlas por eso.

Podría decirles que al principio, las eché de menos. Pasé por un muy mal momento y las sentía muy lejos. Quería contención y no la tuve. Sé que la busqué y encontré pocas respuestas. Talvez no busqué suficiente. Ya no importa, porque yo tampoco las contuve cuando ustedes estuvieron mal. Creo que nuestra amistad se ensució. Eso me llevó a permanecer alejada. La idea de que ya todo se había acabado, la idea de que el vínculo estaba roto y era imposible de reparar. Pero ayer, algo pasó que me llevó a pensar que talvez, estaba equivocada y que es posible enmendarlo todo.